Tangos de El Piyayo




En el flamenco, es difícil conocer autores y orígenes de los palos, de las letras, de los cantes. Se pierden en la bruma de la tradición oral y familiar o en la vida errante y libérrima de sus intérpretes. No así es el caso de los tangos o cantes del Piyayo. Estos son ecos de una Málaga cantaora que ya no existe ni volverá a existir donde Rafael Flores Nieto, El Piyayo, se movía cual pez en el agua entre ambos lados del Guadalmedina (Los Percheles/Trinidad) y el Altozano o la Plaza de Santa María.

<<Estando yo en la Manigua
me dijo un negrito a mí,
si los dos somos hermanos
por qué no tira el fusil
y mejor darnos la mano
Viva España y viva Cuba
y viva la libertad
y cortemos estas caenas

que ca vez nos pesan más.
Y yo le dije que por mi
sobran todas las caenas,
pongamos fin a la guerra
que yo soy hombre de paz
La guerra tendrá mal fin
y esto vamos a ganar.>>


Más incógnitas ofrece su vida... Por sus letras se sabe que estuvo en la cárcel, estuvo en la Guerra de Cuba y posteriormente se ganaba la vida con su vieja guitarra y sus cantes, así como de vendedor ambulante. Siendo una persona respetada y conocida, erraba por las bodegas y colmados de la ciudad.  En su faceta creadora, El Piyayo introdujo unos cantes del estilo de tangos libres con la singularidad de sonar “aguajiraos”, influencia que trajo de Cuba, así como sus letras y su estructura (decima o espinela). Curioso es que la espinela (del rondeño Espinel) es un ejemplo de poesía culta y barroca que en America Latina se tornó popular. Así este gitano renegrío,espigao y de pobladas barbas, incorporó influencias y compuso infinidad de letras que nunca quiso grabar. Según se cuenta dijo que a el no lo metían vivo en una caja de madera. Sin dudarlo, El Piyayo es un ejemplo de idiosincrasia malagueña, siempre en la frontera entre ser un genio o un majareta a partes iguales, cruzando de acera según convenga como los puentes que unen ambos lados del Guadalmedina. Un pícaro, un creador, un ser libre, pacifista y como no, un guasón.

<<Mi mujer va a la tienda de Félix Sáenz
compra la tela por metros
después la vende por varas
se vale de su talento
pa’ engañá a las castellanas.>>

Sus más fieles aprendices fueron Angel de Álora, Trinitario y Manolillo El Herraor, en los cuáles se aprecian estos cantes más puros y de ritmo más libre y aguajiraos. Después, Antonio Mairena escuchó al Piyayo y adaptó los cantes y letras a un ritmo de tango más marcado, llamándolos tangos de Málaga, diferentes a los tangos de la Repompa. A posteriori, otros cantaores se fijaron más en esta última vertiente de los cantes que van alternando entre el modo menor y el mayor, entre la pena y la alegría, como hacen por ejemplo los tanguillos o tangos gaditanos de carnaval. Un recurso que sin duda le da un énfasis al cante muy especial, ya que al igual que se llora de alegría se puede reír uno de tristeza, y en esto hay maestros...  Hay muchos ejemplos de estos cantes que van del Chaqueta, Chocolate, Camaron, Perrate de Utrera, Chano LobatoJosé Mercé, Tomas de Perrate (reggae sonero).


<<Adiós patio de la cárcel
rincón de la barbería
el que no tiene dinero
lo afeitan con agua fría.>>

Por último, decir que hay asociaciones culturales que reclaman una estatua de El Piyayo como homenaje, que no solo monjas y obispos merecen estatuas en Málaga. En 1957, un grupo de artistas malagueños visitaron a Picasso en Cannes, tras llevarle vino de Cómpeta, éste se arrancó con las letras del Piyayo, gitanos que fueron sus vecinos de la Plaza de Santa Maria.

<<Si tus ojitos fueran aceitunitas verdes
toda la noche estaría muele que muele.>>

Plaza de Santa María (Málaga, 1940)


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